ALGUNAS CRÍTICAS


“En el largometraje Luz de invierno, el realizador Alejandro Arroz engarza tres excelentes relatos del escritor salteño Carlos Hugo Aparicio que reflejan la vida interior de los barrios marginales a través de sus personajes. No hallaremos el ritmo trepidante a que nos acostumbró el cine argentino más conocido aquí: el tempo narrativo fluye lento como la vida provinciana y aún más, como la desesperanza y la grisura de quienes arrastran la miseria y la desilusión. El sonido, un entramado de ruidos cotidianos y rotundos silencios (rotos por sólo dos instantes musicales), acentúa esa sensación desolada que se propuso el filme. Otro tanto sucede con la fotografía, ejecución magistral que rosa permanentemente el expresionismo y cuya luz subraya la vida de ese segmento social de la Argentina actual. Por su conmoción realista, la fotografía asume el rol de denuncia social.”

OMAR FELIPE MAURI, Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), Premio Nacional de Literatura. Cuba.



“La película de Arroz, filmada en Salta, con actores, técnicos, músicos, vestuaristas y paisajes salteños, es un cuarto con tres ventanas.”
“Historias contemporáneas que, a su manera, describen ese afán que tenemos los seres humanos de conservar intactos la soberbia y el orgullo aun cuando el barco se hunde. Y también esa capacidad casi milagrosa de corregir la mirada sin que cambien los ojos.”

MARIA FERNANDA ABAD, Jefa de la Sección Espectáculos. El Tribuno. Salta.



“Es una película con muchos silencios, pero silencios cargados de significación. Cuando los actores callan, la cámara sigue hablando, dando guiños al espectador (hay un cameo de Arroz y también de Aparicio), cargado de sentido algunas escenas (a veces mediante homenajes que el espectador debe descubrir), anticipando que va a pasar en otras.” “Eso es lenguaje cinematográfico”

DANIEL MEDINA, Semanario Apoderarte. Salta



“Sentí mucha emoción porque LUZ DE INVIERNO expresa perfectamente el ambiente de la realidad y de los cuentos de Aparicio, con el mismo espíritu y el mismo tono. La estructura circular y la relación entre los tres cuentos gracias al personaje del relojero me parecen excelentes para hacernos apreciar los distintos finales dentro de episodios de una vida parecida.”

GENEVIÈVE DESPINOIS, Doctora en letras, especialista en la obra de Aparicio. Toulousse. Francia.



El espectador va descubriendo, a medida que avanza el film, como se puede hacer arte del diario vivir y juega a descubrir en cada plano a gente común, que conoce de la vida, de las calles de Salta, por que es un cine genuinamente local. Con nuestras costumbres, nuestra música, nuestro modo de hablar... que nos habla directamente al corazón de los grandes temas de la humanidad: la soledad, la familia, el amor, las apariencias, la compasión, la miseria... y el humor.

PATRICIA PATOCCO, Semanario de Arte Artenautas. Salta



“La dimensión dramática surge de esos rostros y esos atuendos, no se dice ni declama, apenas se actúa. Personajes-arquetipo en un espacio que insiste en recortarse transparente, alejado de la sordidez que a menudo muestra el arte de denuncia.”

“Cineasta-pintor, Arroz avanza sobre el texto literario sin traicionarlo pero creando un inusitado mundo de luz que muestra la pobreza con una dimensión de ternura que la alejas de toda visión tremendista y tortuosa.”

“Poesía de luz, este film, fresco de luz, mirada novedosa sobre la realidad social, una mirada si no esperanzada, humana.”


“Esta película va más allá de lo meramente sensorial, cava en la intuición profunda del artista que atisba el paisaje humano enmarcado en el inconmensurable universo.”

LILIANA BELLONE, Poeta, narradora, ensayista. Premio Casa de las Américas de Cuba 1993.




Alejandro Arroz eligió contar historias de la marginalidad, a partir de personajes que son marginales. No se trata de aquellas historias en las que las drogas o la delincuencia son protagonistas, si no de la de personas honestas que hacen cosas positivas. “Sí, si querés llamarlas positivas, ponelo así”, confesó durante una charla con LA GACETA. El largometraje que presentó aquí, “Luz de invierno”, fue visto por más de 600 personas, y tuvo gran repercusión.

ANTONIO FERRONILA GACETA de Tucumán.



“Historias conectadas de una manera magistral, manteniendo a cada momento el interés del espectador por cada una de las historias que tienen finales que desconciertan, pero que dejan un mensaje profundo acerca de los valores y los sentimientos de personas simples.” Valió la pena esperar, porque Alejandro Arroz con buenas fotografías, buen sonido y un guión destacable, nos demuestra con su filme que todo se puede lograr con empeño y sobre todo, con amor a la tierra en la que se habita.”

SANDRA LETICIA DÍAZ, El Pregón de Jujuy



Arroz nos pide que prestemos los ojos a las criaturas de Aparicio que, escapadas de un cuento-libro, nos miran desde la pantalla, sin surrealismos y efectos sicologístas, nombrando algo de su especialidad: el propio deseo de estar en el tiempo de la esperanza. Hay un personaje en la película “Taxi Driver” (1976) que lanza el interrogante “¿está hablándome a mi? Parecidas a eso, las soledades y la estética de Luz de Invierno buscan contener la palabra de devolución de cada espectador.

RODOLFO CEBALLOS. El Tribuno. Salta.